LA ARMADURA DE DIOS — 1
Las piezas del “cada día”
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiéndolo hecho todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñida vuestra cintura con la verdad, revestidos con la coraza de la justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz; en todo, tomando el escudo de la fe con el que podréis apagar todos los dardos encendidos del maligno. Tomad también el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu que es la palabra de Dios. Con toda oración y súplica orad en todo tiempo en el Espíritu, y así, velad con toda perseverancia y súplica por todos los santos — Efesios 6.13–18 (énfasis añadido)
El cinturón de la verdad
Usar el cinturón de la verdad implica darse cuenta de que la verdad es fundamentalmente un conocimiento basado en Dios, su punto de vista sobre un asunto, y reconocer tres principios:
1. La verdad se compone de información y hechos, pero también incluye la intención original de Dios, lo que la convierte en el estándar absoluto y objetivo por el cual se mide la realidad.
2. La verdad ya ha sido predeterminada por Dios.
3. La verdad debe ser aceptada internamente y luego actuada (evidenciada) externamente.
Cuando usas el cinturón de la verdad y lo usas alineando tu mente, voluntad y emociones bajo el punto de vista de Dios sobre un asunto (Su verdad) Él te dará el poder para vencer las mentiras del enemigo y pelear tus batallas espirituales con una autoridad espiritual que está divinamente autorizada.
La coraza de justicia
La justicia ha sido depositada dentro de nosotros. Nuestro trabajo es alimentarla y nutrirla con la verdad de Dios para que así se expanda y nos rodee de la protección que desesperadamente necesitamos en la batalla. Cuando fuiste salvado, Dios depositó en lo profundo de ti un corazón nuevo que contiene toda la justicia que pertenece a Jesucristo. Dicha justicia es el estándar que agrada a Dios. Pero para beneficiarse de sus habilidades restauradoras, debes cavar con la pala de la verdad. Solo así Dios sacará una nueva versión de ti que será evidente en tus decisiones y acciones, y Él te cubrirá con la protección segura de la coraza de Su Justicia.
Usar la coraza de justicia implica caminar de manera segura en tu justicia imputada en virtud de la cruz, santificándote para con Dios mediante la práctica de la justicia y alimentando tu espíritu con la Palabra de Dios para que así, el Espíritu produzca en tu interior, la natural consecuencia de vivir en rectitud.
Los zapatos de la paz
Los zapatos de un soldado romano se llamaban caligae, sandalias con clavos en la suela. Estas “uñas”, conocidas como clavos, se colocaron firmemente a través de la suela del zapato para una mayor durabilidad y estabilidad. Al igual que los tacos que se usan en el fútbol y los campos de fútbol hoy en día, las uñas de clavos daban más tracción a los usuarios. Les dio una base segura, aumentó su movilidad en la batalla y les ayudó a evitar ser derribados.
Entonces, cuando Pablo indica tener los pies calzados, está hablando de mantenerse firme. Cuando Satanás venga, no podrá derribarte. Podrás mantenerte firme porque las uñas en la parte inferior de tus “calzados de paz” se han clavado profundamente en el suelo sólido debajo de ti. Pablo nos dice que no tenemos que resbalar ni caer con cada golpe o prueba que se nos presente. Tener los pies calzados con el “apresto del evangelio de la paz” (Efesios 6:15) nos da estabilidad para que podamos resistir a Satanás.
Dios nos ofrece una paz que va más allá de lo que podemos comprender. Cuando recibimos y caminamos en esa paz, se instala como una guardia sobre nuestros corazones y mentes (Filipenses 4: 7). Esta es la paz que consuela a las personas que han perdido sus trabajos y les impide perder la cabeza. Esta es la paz que produce adoración cuando no hay dinero en las cuentas bancarias. Esta es la paz que restaura la esperanza frente a la enfermedad. Esta paz es tan poderosa que se nos indica que dejemos que nos controle. Somos enseñados a permitir que tome nuestras decisiones y dicte nuestras emociones (Colosenses 3:15).
Ponerse el calzado de la paz significa alinear tu alma bajo el gobierno del Espíritu de Dios. Cuando eliges hacer eso, Dios derramará la paz en tu vida debido a que la paz de Cristo ahora gobierna tus pensamientos y acciones. Cuando la preocupación regrese, recuérdate que te está mintiendo, porque Dios ha prometido que Él proveerá.
¿Qué puedes hacer cuando la paz en tu vida se ve atacada? Llévala directamente al reino espiritual y concéntrate en lo que Dios tiene que decir al respecto. Cuando hagas eso, usarás zapatos como ningún otro. Usarás zapatos que muestren al reino demoníaco, a ti mismo y a otros que te mantienes firme en la armadura de Dios. Caminarás sin cansarte, y en esos zapatos encontrarás el poder calmante de la paz.
Evans, T. (2020). Stronger together, weaker apart: powerful prayers to unite us in love. Eugene, OR: Harvest House Publishers. (Traducido y adaptado)
